La Aduana de Cuba ha decidido aumentar su vigilancia en los aeropuertos del país, enfocándose particularmente en los viajeros que arriban desde Estados Unidos, y en especial aquellos que viajan desde Miami.
Esta nueva medida se implementa en respuesta a la creciente inquietud por el tráfico de artículos prohibidos y la necesidad urgente de regular la entrada de mercancías en un contexto de crisis de escasez que está afectando de manera significativa a la isla.
Las autoridades cubanas han catalogado a los pasajeros que llegan desde Estados Unidos como de “alto riesgo”.
Esta calificación se debe a la cantidad de artículos que suelen llevar consigo. Aunque muchos de estos productos son legalmente permitidos, su llegada en grandes volúmenes es una respuesta directa a la falta de disponibilidad en el mercado cubano.
Para abordar esta situación, la Aduana ha decidido reforzar los controles en los aeropuertos, con el objetivo de detectar no solo posibles infracciones, sino también de combatir el tráfico ilegal de bienes.
En este sentido, la Aduana ha emitido alertas sobre el incremento del tráfico internacional de sustancias nocivas.
Hasta la fecha, se han reportado 20 casos de narcotráfico en 2024, la mayoría de los cuales están relacionados con cocaína, marihuana y cannabinoides sintéticos, sustancias que provienen principalmente de Estados Unidos.
Según Jorge Luis Bubaire Quintana, jefe de la Aduana del Aeropuerto Internacional José Martí, muchos de estos casos involucran a viajeros que aceptan transportar bultos de otras personas sin tener conocimiento del contenido exacto de los mismos.
Asimismo, se mantiene una regulación rigurosa sobre los drones, considerados como un potencial riesgo para la seguridad nacional.
Los viajeros que deseen introducir drones en la isla deberán obtener una autorización especial del gobierno cubano, lo que añade un nivel adicional de control sobre este tipo de dispositivos.
La medida de la Aduana de Cuba refleja una respuesta proactiva ante los desafíos que presenta la escasez de productos en la isla y el tráfico de bienes prohibidos, garantizando así la seguridad y el bienestar de la población cubana.
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