Autoridades migratorias rusas han informado esta semana que continúan las deportaciones de cubanos, incluso si se encuentran en Rusia como turistas.
En Kazán, al menos 10 cubanos que afirmaron estar de "turismo de compras" fueron detenidos durante una redada contra inmigrantes ilegales.
Las redadas masivas en Kazán se llevan a cabo en lugares como obras de construcción, mercados y centros logísticos, donde se sospecha que hay inmigrantes ilegales.
Incluso los turistas cubanos, considerados "exóticos" en comparación con otros inmigrantes, no están exentos de estas medidas, como lo demostró el caso de cinco parejas de cubanos detenidas en el mercado Rodina en Tartaristán.
A pesar de que los ciudadanos cubanos pueden permanecer en Rusia hasta 90 días sin necesidad de visa, muchos optan por realizar actividades comerciales ilegales, como comprar productos baratos en Rusia para revender en Cuba.
Sin embargo, incluso esta práctica conlleva riesgos, como lo han experimentado los cubanos detenidos en Kazán.
El Tribunal de Distrito Sovetsky de Kazán decidió expulsar a estos diez supuestos turistas cubanos por realizar actividades laborales ilegales para un ciudadano extranjero en Rusia. Se les acusó de violar las normas de estancia y trabajar ilegalmente en el país.
A pesar de afirmar que solo estaban realizando compras y visitando la región de Tartaristán, fueron detenidos mientras movían cargamentos en un almacén de perfumerías.
Este no es un caso aislado, ya que durante este año se han reportado deportaciones de turistas cubanos en Rusia.
Las autoridades migratorias no creyeron la versión de los cubanos detenidos debido a las circunstancias en las que fueron encontrados, lo que llevó a la decisión de expulsarlos del país.
En resumen, los cubanos que intentan realizar actividades comerciales ilegales en Rusia corren el riesgo de ser detenidos y deportados, incluso si se encuentran en el país como turistas.
Las autoridades rusas continúan aplicando medidas estrictas contra la inmigración ilegal y la explotación laboral de extranjeros.
La tapadera para este tráfico de personas la proporcionan redes de personas que se dedican a ofertar “contratos de trabajo”, mayoritariamente en la construcción, y que terminan dejando a los cubanos con uniforme y armas en el frente de batalla.
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