Nuevo lamentable caso de feminicidio es reportado en Camalote, Cuba, en la provincia de Camagüey en la noche del 4 de febrero.
La victima, Leydi Bacallao, de solo 17 años de edad fue pidiendo auxilio hasta la estación policial de la comunidad donde residía, donde fue asesinada a sangre fría por su expareja de 50 años de edad.
Activistas cubanos condenaron este hecho responsabilizando al estado por permitir que sucedan estos lamentables sucesos.
Según fuentes, este individuo de 50 años venia violentando a la chica desde que esta tenía 13 años, un tipo sin escrúpulos y con antecedentes penales de todo tipo, entre ellos de violencia doméstica.
En Twitter uno de los anuncios de mayor envergadura y profunda reflexión fue el del biólogo Amilkar Pérez Riverol, quien denunció abiertamente la triste situación de vulnerabilidad femenina en la isla de Cuba.
"Ya no es que no estén a salvo solas. O en la oscuridad. Ya no es que no están a salvo en las calles. Es que ni siquiera lo están en una Estación de Policía.
El último lugar donde esto debió haber ocurrido. El último refugio al que acudir. Qué desastre. Qué vergüenza de país"
De igual manera recordó que en el año 2022 la Asamblea Nacional Del Poder Popular no aprobó el Código Penal que pretendía tipificar el delito de feminicidio.
Las autoridades cubanas pretenden esconder la ocurrencia de este fenómeno en el territorio nacional, a pesar de que en 2020 se reportaron 32 casos de este tipo; en 2021, 36 casos y el 2022 cerró con 34 casos de feminicidio.
El asesinato de Leydi es el tercer caso de feminicidio ocurrido en Cuba esta semana. Por otro lado, el artista visual Julio Llopiz-Casal realizó un señalamiento muy interesante
Textualmente dijo: "lo más triste del asesinato de Leidy Bacallao, en la unidad policial de Camalote en Camagüey, es que su asesino entró a la estación e intimidó a los Policías armado solamente con un machete, algo que habla elocuentemente de la cobardía de los oficiales del Minint".
Como igual posteó María Matienzo una imagen de la victima demostrando con ella que este rostro habla del desamparo de las mujeres cubanas.
Tipos que nos interrogan, nos humillan, nos matan.
Ella corrió para donde se suponía que debían protegerla. Imagino las preguntas de los machangos que contrata el Minint.
¡Su asesino la mató en la estación de Policía!
Es evidente que el mayor responsable es el Estado por permitir que una niña de solo 13 años fuese violentada y abusada por un hombre adulto y este continuara impune por la vida abusando de una joven inocente. La periodista Mónica Baró hizo un análisis del hecho en Facebook, para concluir dijo: "No romanticemos el abuso infantil".
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