Miles de migrantes de diferentes países, como Senegal, Bangladesh y China, han abrumado a los agentes que protegen un remoto cruce en la frontera de Arizona con México, debido a un cambio en las rutas de contrabando de personas.
Esta situación ha llevado a la Patrulla Fronteriza a solicitar ayuda de otras agencias federales y ha generado escrutinio sobre un tema crítico para las elecciones presidenciales del próximo año
Estos inmigrantes han llegado recientemente a una zona remota en la frontera sur de Arizona con México, ingresando a Estados Unidos a través de un hueco en el muro y caminando durante la noche aproximadamente 14 millas (23 kilómetros) con sus dos hijas en edad escolar, para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Debido a la gran cantidad de inmigrantes que cruzan diariamente por esta área, el Gobierno de Estados Unidos decidió cerrar indefinidamente el cruce internacional cercano entre Lukeville, Arizona, y Sonoyta, México.
Esto se hizo con el fin de liberar a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) asignados a ese puerto de entrada, para que pudieran ayudar con el transporte y otras tareas.
Además, en los últimos meses, la agencia ha cerrado parcialmente otros puertos de entrada fronterizos, incluyendo un cruce peatonal en San Diego y un puente en Eagle Pass, Texas.
Esta medida ha sido criticada por diversos actores, como la gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, los senadores del estado, el gobernador del estado mexicano de Sonora y los líderes de la nación indígena Tohono O'odham, quienes consideran que esto podría perjudicar al comercio y al turismo.
Hobbs ha instado al presidente Joe Biden a reasignar a los 243 miembros de la Guardia Nacional que ya se encuentran en el sector de Tucson, para ayudar a reabrir el cruce de Lukeville.
Después del cierre, un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza vigilaba a unos 400 inmigrantes que habían pasado la noche junto al imponente muro de barras de acero.
Estos inmigrantes estaban envueltos en brillantes mantas de Mylar y se encontraban entre cactus saguaros y árboles de palo verde azul. Por otro lado, un número significativo de oficiales de operaciones de campo de la CBP ayudaron a estos migrantes a subir a camionetas blancas para ser trasladados a un centro de admisión cercano. Desde allí, los agentes los llevaron para su procesamiento a la estación Ajo de la Patrulla Fronteriza, ubicada media hora al norte, o a otros lugares como Tucson.
Las autoridades estadounidenses se han visto desbordadas de personal en Arizona, al punto de utilizar vuelos chárter para trasladar a algunos inmigrantes de Tucson a tres ciudades fronterizas de Texas, con el fin de procesarlos. Así lo ha informado Witness at the Border (Testigos en la frontera), un grupo de defensa de los inmigrantes que analiza datos de vuelos.
Además, funcionarios han mencionado que policías aéreos encubiertos federales, encargados de brindar seguridad en vuelos comerciales, e incluso oficiales del Federal Protective Service, encargados de vigilar los edificios del Gobierno de Estados Unidos, están siendo desviados a la frontera, aunque no se ha especificado exactamente a dónde son enviados.
Ante esta situación, han señalado que se han visto diferentes tipos de uniformes en la zona, lo que refleja la diversidad de agencias y organismos involucrados en la situación fronteriza.
Los grupos sin fines de lucro están preocupados por el bienestar de los inmigrantes y las condiciones en las que se encuentran.
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