La nueva Ley de Migración fue aprobada este viernes por el Parlamento cubano en medio del mayor éxodo del país en décadas. Las reformas que introduce son claves para cientos de miles de cubanos que se han marchado del país en los últimos años.
El Parlamento aprobó este viernes una polémica Ley de Migración que introduce cambios significativos para los cubanos que residen fuera del país.
Entre los aspectos más relevantes está la desaparición del límite de los 24 meses para que los cubanos que salieron no pierdan sus derechos patrimoniales. Además, amplía los derechos y permisos de residencia para los cubanos emigrados.
“Todo aquel que salió del país desde 2013 y mantuvo la residencia en Cuba (vive afuera, pero regresó antes de los 24 meses) mantiene su residencia... Puede venir cuando quiera, para crear facilidades. Se detiene la categoría de emigrado”, acotó.
No obstante, la nueva ley no modifica el poder del Estado de regular la entrada y salida del país a sus ciudadanos que durante décadas ha ejercido con médicos, militares, deportistas y periodistas, entre otros profesionales, así como con opositores y activistas.
Uno de los conceptos que introduce la ley es el de Residencia Efectiva.
En este punto, aclara que “la persona interesada que no alcance el período de tiempo establecido, puede solicitar la residencia efectiva migratoria si acredita su arraigo en el país mediante la combinación de un período de permanencia en el territorio nacional con otras evidencias o actos que demuestren su interés de residir en él".
“Una vez adquirida la residencia efectiva, se conserva mientras la persona mantiene las condiciones bajo las cuales la obtuvo”, precisó el funcionario.
Este viernes el parlamento discute además las leyes de Ciudadanía y Extranjería, que introducen cambios para los extranjeros que deseen hacer negocios o establecerse en la isla, así como la posibilidad de renunciar a la ciudadanía cubana.
Ahora, la legislación le otorgará al presidente la posibilidad de revocarla cuando lo determine.
En el caso de los cubanos que renunciaran a la ciudadanía, con la nueva ley podrá entrar y salir del país sin el pasaporte cubano.
Los cambios más relevantes en la política migratoria aprobados por el Gobierno de La Habana ocurrieron en 1972, cuando se promulgó la Ley de Migración (Ley 1312), y en 1978, cuando se publicó su Reglamento.
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