Cubanos denuncian altos cobros por llevarlos a la frontera con Honduras

Cubanos denuncian cobros de 400 dólares por los taxistas al llevarlos a la frontera con Honduras, a pesar de que llegan en gran número a Nicaragua debido al visado libre que les ofrece el gobierno sandinista, los cubanos se quejan de que los precios actuales de los taxis son abusivos.

Según los migrantes entrevistados, los taxistas de Managua se aprovechan de su situación migratoria y les cobran tarifas exageradas para salir del país.

Muchos nicaragüenses también creen que los taxistas no actúan de manera honesta y denuncian los altos precios que cobran a los migrantes por este tipo de trayecto.

Muchos cubanos utilizan esta ruta para comenzar su camino hacia Estados Unidos aprovechando la exención de visado.

Según ellos, "los taxistas son tan ladrones como el Gobierno".

Los conductores se justifican argumentando que los viajes son agotadores, ya que deben madrugar o salir a medianoche desde el aeropuerto con cinco migrantes extranjeros.

Además de los elevados precios, los cubanos también critican la falta de precaución de los taxistas nicaragüenses al conducir. Se quejan de que van a velocidades excesivas, se distraen con el celular y adelantan de forma peligrosa a otros vehículos en carreteras con muchas curvas en el norte del país.

Ante estas denuncias, el gobierno sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha tomado medidas contra los taxistas que transportan migrantes a las fronteras con fines de lucro. Recientemente, se prohibió a los taxistas nicaragüenses transportar a migrantes de Haití, Cuba y Venezuela por órdenes superiores.

Entre 300 y 400 dólares es el precio que los migrantes deben pagar por recorrer algo más de 300 kilómetros desde el aeropuerto Augusto César Sandino, en Managua, hasta Honduras.

Sin embargo, algunos taxistas afectados afirman que la policía los detiene y les impide mover a los migrantes debido a que el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) o el gobierno están buscando la forma de apoderarse de esos ingresos.

Alegan que quieren introducir autobuses y tomar el control de la situación, por lo que les imponen muchos pretextos y restricciones.

La situación de los migrantes cubanos en Nicaragua sigue siendo complicada, ya que además de enfrentar altos costos de transporte y conductores irresponsables, también deben lidiar con las restricciones impuestas por el gobierno.