Daddy Yankee, reconocido como uno de los íconos más importantes del reggaetón, se retiró de la industria musical.
Este paso lo tomó para dedicarse plenamente al servicio de Cristo, afirmando haber “recibido el llamado de Dios”.
Sin embargo, recientemente ha emergido una nueva controversia en torno a su figura, relacionada con rumores que sugieren que el artista estaría cobrando por compartir su testimonio y predicar la palabra de Dios.
Ramón Luis Ayala Rodríguez, más conocido en el mundo de la música como Daddy Yankee, ha vuelto a acaparar la atención mediática tras su retiro del mundo musical el año pasado.
En esta ocasión, el conocido “Big Boss” se encuentra en el ojo del huracán debido a su reciente giro hacia el ámbito religioso, en el que ha asumido el rol de predicador.
Muchos coincidieron en que ‘El Big Boss’ no necesita dinero, dado su estatus en la industria musical.
Es bien conocido que, durante más de dos décadas, Daddy Yankee ha producido innumerables álbumes y ha cerrado acuerdos publicitarios muy lucrativos, acumulando un patrimonio neto que, según Forbes, alcanzaba los 40 millones de dólares en 2022.
Sin embargo, la polémica se intensificó cuando una supuesta captura de pantalla comenzó a circular en redes sociales, en la que se indicaba el costo de las entradas para asistir a eventos donde Daddy Yankee predicaría.
Según esta información, los precios oscilarían entre 169 dólares para asientos VIP, 99 dólares para asientos intermedios y 69 dólares para los más alejados.
Aunque ningún miembro de su equipo ha confirmado estos detalles, tampoco han salido a desmentirlos en los últimos dos meses.
Recientemente, el artista compartió un video en el que varios comunicadores y creadores de contenido revelan cómo ha transformado su fuente de ingresos, entre ellos el cubano Adrián Fernández.
Sin embargo, lo que ha generado mayor controversia es la noticia de que Daddy Yankee está cobrando hasta 169 dólares por compartir su testimonio y su mensaje de fe.
No obstante, muchos internautas han criticado fuertemente a Daddy Yankee por estos rumores.
Comentarios como “¿Quién podrá decirle que se aleje de esa gente, salga de ahí huyendo? La palabra del Señor no es negocio y el cielo no se compra” y “Este es un ladrón dizque cobrando para dar su testimonio, no sé de qué diablo” han comenzado a inundar las plataformas digitales, reflejando el descontento de una parte del público.
Esta situación ha generado un debate sobre la ética de monetizar la fe y el testimonio personal, destacando la complejidad de la relación entre el arte, la religión y la economía en la vida de figuras públicas como Daddy Yankee.
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