ICE es el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, creado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Esta agencia policial, con sede en Washington D.C. tiene la función de resguardar la seguridad nacional y pública en el territorio estadounidense.
Cuenta con más de 20,000 empleados distribuidos en más de 400 sedes en Estados Unidos y también tiene presencia en otros 48 países.
ICE es parte del Departamento de Seguridad Nacional y brinda apoyo a otras agencias federales, estatales y locales en la investigación de actividades delictivas y terroristas de extranjeros que residen en Estados Unidos.
Además, se encarga de la deportación de inmigrantes indocumentados y de investigar y ejecutar más de 400 estatutos federales dentro del país.
Las investigaciones de ICE abarcan diversos ámbitos como la explotación infantil, el comercio ilegal, el narcotráfico, el fraude, los delitos financieros, la trata de personas, la exportación ilegal de armas, el terrorismo y la violencia de pandillas.
La agencia cuenta con un presupuesto anual de aproximadamente 6 billones de dólares, que se designan a la Oficina de Detención y Deportación y a la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional.
La primera se encarga de identificar, capturar y remover a extranjeros indocumentados que representan un peligro para la seguridad nacional.
La segunda tiene la responsabilidad de investigar actividades relacionadas con el movimiento ilegal de personas y bienes dentro y fuera de Estados Unidos.
Además, ICE cuenta con otras oficinas como la Oficina de Gerencia y Administración, que brinda apoyo profesional y administrativo, y la Oficina del Asesor Legal Principal, que representa al gobierno de Estados Unidos en casos de exclusión y procedimientos de remoción y deportación.
La Oficina de Responsabilidad Profesional de ICE promueve la confianza pública al asegurar la integridad organizacional a través de medidas como la seguridad, inspecciones e investigaciones.
En el ámbito de la aduana y el comercio, ICE se encarga de garantizar el cumplimiento de las leyes y regulaciones relacionadas con la importación y exportación de bienes. Esto incluye la detección y prevención del contrabando de mercancías ilegales, así como la lucha contra la piratería y el fraude comercial.
En resumen, ICE despliega una amplia gama de actividades y recursos para proteger la seguridad nacional y pública, asegurar el cumplimiento de las leyes migratorias y aduaneras, y combatir el crimen fronterizo y la inmigración ilegal.
Su labor es fundamental para mantener la integridad de las fronteras y garantizar el bienestar de los ciudadanos estadounidenses.
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