Las recientes declaraciones de Miguel Díaz-Canel plantean una pregunta importante: ¿Está mintiendo o incitando a una revuelta popular en Cuba? Según el sucesor de Raúl Castro, las manifestaciones contra la Revolución no son reprimidas, sino que reciben una respuesta popular.
Sin embargo, la realidad es que los cubanos que protestan por sus derechos enfrentan represión por parte de las autoridades, como se vio en las protestas del 11 de julio de 2021.
El régimen comunista ha endurecido las penas para los manifestantes, incluso criminalizando hablar mal de los dirigentes en las redes sociales.
A pesar de esto, Díaz-Canel afirma que en Cuba no hay represión a la disidencia política, lo cual parece ser una invitación implícita a protestar masivamente en un momento de crisis energética y escasez crónica de alimentos y servicios básicos.
Además, el mandatario cubano culpa a Estados Unidos de los problemas de la Isla, alegando que las sanciones impuestas por la Administración de Donald Trump han afectado la economía cubana y la llegada de combustible y divisas.
Sin embargo, muchos ven estas afirmaciones como una forma de desviar la responsabilidad del fracaso del sistema comunista en Cuba.
Las declaraciones de Díaz-Canel parecen intentar ocultar la represión y la crisis que enfrenta el pueblo cubano, mientras busca culpar a otros países por los problemas internos de la Isla.
Es importante no dejarse engañar por discursos que intentan justificar la falta de libertades y derechos en Cuba.
Díaz-Canel intentó justificar la situación en Cuba señalando la presencia de grupos subversivos financiados desde el extranjero y comparando la respuesta a las protestas en su país con la violencia policial en otros lugares.
Sin embargo, omitió mencionar la represión ejercida por las fuerzas del régimen durante las manifestaciones de marzo.
El mandatario cubano también hizo referencia a las protestas en otros países, como Estados Unidos, donde mencionó la brutalidad policial contra manifestantes pacíficos. Díaz-Canel criticó la falta de atención a estas situaciones y afirmó que en Cuba no se permite ese tipo de violencia.
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