Es crucial entender que el "parole humanitario" sigue vigente, mientras que el "parole in place" ha sido cancelado por decisión judicial.
La principal diferencia entre ambos es que el parole humanitario se solicita desde fuera de Estados Unidos, mientras que el parole in place se ofrecía como una opción de regularización para aquellos que ya se encontraban en el país sin estatus legal.
El parole in place fue implementado como una política migratoria especial, diseñada para proporcionar un estatus temporal de protección a ciertos familiares de ciudadanos estadounidenses que se hallan en el país sin la debida autorización.
Este mecanismo estaba destinado a cónyuges, padres e hijos de ciudadanos estadounidenses en situación irregular, con el fin de evitar la separación de familias, especialmente aquellas en las que uno o más miembros estaban en servicio militar o tenían vínculos directos con ciudadanos estadounidenses.
No obstante, un juez ha suspendido esta política, argumentando que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no justificó adecuadamente la necesidad de extender este beneficio a casos que no están relacionados con el ámbito militar.
Esta decisión afecta únicamente a los nuevos solicitantes del parole in place, lo que significa que no podrán acceder a esta protección.
Sin embargo, es importante señalar que aquellos que ya habían obtenido este permiso no se verán afectados, aunque se cierra la puerta a nuevas solicitudes.
El parole humanitario, por otro lado, es un programa distinto que permite a personas de ciertos países ingresar a Estados Unidos por razones humanitarias, incluso si no cumplen con los requisitos tradicionales de visado.
A diferencia del parole in place, que se enfocaba en personas dentro del país, el parole humanitario está destinado a aquellos que se encuentran fuera de Estados Unidos, permitiéndoles una entrada legal en situaciones de emergencia, problemas de salud o necesidad de reunificación familiar.
Este programa sigue operativo y proporciona una ruta legal de entrada, especialmente para cubanos que enfrentan situaciones urgentes.
Respecto al futuro del parole humanitario y a los procedimientos de asilo a través de CBP One, aunque Donald Trump ha manifestado su intención de desmantelar estos programas al asumir nuevamente la presidencia, aún no se ha especificado una fecha exacta para su finalización.
Es importante recordar que, constitucionalmente, el republicano no asumirá el mando hasta el 20 de enero de 2025.
Se anticipa que en esa fecha se implementen una serie de decretos ejecutivos que no requerirán la aprobación del Congreso para corregir lo que Trump considera errores en la política migratoria de los demócratas.
La falta de vías legales para la migración podría incrementar los intentos de ingreso irregular, exponiendo a las personas a mayores riesgos y peligros.
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