El gobierno ruso ha respondido a las preocupaciones sobre la presencia de una flotilla de guerra en Cuba, restándole importancia y catalogándola como un evento "normal".
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que no hay motivos para que ningún país, incluido Estados Unidos, esté preocupado por la presencia de buques de guerra rusos en la isla caribeña.
A pesar de las declaraciones de tranquilidad por parte de Rusia y Cuba, el senador cubanoamericano Marco Rubio instó al presidente Joe Biden a no quedarse pasivo ante la presencia de la flotilla rusa.
Rubio recordó que no ha habido un submarino ruso con misiles con capacidad nuclear operando en el Caribe desde hace más de 30 años.
Peskov señaló que la presencia de buques de guerra rusos en Cuba es una práctica común para todas las potencias marítimas, como Rusia, y por lo tanto no debería generar preocupación.
Por su parte, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, mencionó que no hay pruebas de que Rusia vaya a transferir misiles a Cuba, pero Estados Unidos permanecerá alerta ante cualquier eventualidad.
La flotilla rusa, compuesta por la moderna fragata Almirante Gorshkov y el submarino de propulsión nuclear Kazán, llegó a Cuba para realizar entrenamientos de armas misilísticas de alta precisión en el océano Atlántico.
Acompañados por el buque petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker (SB-131), los buques rusos fueron seguidos de cerca por buques de guerra y un avión de reconocimiento submarino de Estados Unidos.
John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca
Mencionó que Estados Unidos está monitoreando la situación de la visita de los buques rusos al puerto de La Habana, pero no lo considera una amenaza significativa para la seguridad nacional.
Por otro lado, el senador cubanoamericano Marco Rubio advirtió que La Habana debería enfrentar consecuencias por parte de la Administración estadounidense si los barcos rusos ingresan al puerto.
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