El proceso de apelación del IRS es una opción para resolver disputas fiscales sin tener que acudir a los tribunales.
Cuando no está de acuerdo con el IRS en uno o más temas, puede presentar una apelación para que un funcionario de apelaciones independiente revise su caso y considere las pruebas y los argumentos presentados por ambas partes.
Esta revisión imparcial puede conducir a una resolución justa o a un compromiso que satisfaga tanto a usted como al IRS.
Para solicitar una apelación, debe presentarla por escrito a la oficina indicada en la carta con sus derechos de apelación. Después de presentar la apelación, deberá esperar a que sea asignada a un oficial de apelaciones, quien actuará como mediador entre usted y el IRS.
Durante este proceso, es importante mantener una conducta profesional y respetuosa al interactuar con el oficial de apelaciones.
Una vez que haya recibido la decisión de apelación del IRS, es fundamental revisar cuidadosamente la determinación y considerar las opciones disponibles.
Si la decisión es favorable, asegúrese de que se realicen los ajustes necesarios en su cuenta fiscal y que se resuelvan los saldos pendientes.
En caso de una decisión desfavorable, es recomendable consultar con un profesional de impuestos para analizar la posibilidad de emprender acciones legales adicionales o negociar un acuerdo con el IRS.
En comparación con los casos en los tribunales fiscales, que pueden durar varios años, una apelación del IRS puede ahorrarle tiempo y dinero.
Sin embargo, antes de decidirse a apelar, es importante comprender completamente el proceso de apelación y qué esperar después de presentar una.
Una vez que el oficial de apelaciones haya revisado todas las pruebas y argumentos presentados, tomará una decisión basada en sus conclusiones.
El oficial de apelaciones emitirá una determinación por escrito describiendo su decisión y los motivos detrás de ella.
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