Durante la temporada de impuestos, es común que las personas se pregunten si es posible deducir los gastos médicos de sus impuestos. Esta es una pregunta legítima, ya que los costos médicos pueden acumularse rápidamente y cualquier alivio financiero es bienvenido.
En este artículo, exploraremos en detalle las deducciones de gastos médicos y le proporcionaremos la información necesaria para tomar decisiones informadas durante esta temporada de impuestos.
Cuando llegue el momento de presentar su declaración de impuestos, es importante asegurarse de que incluya correctamente sus gastos médicos elegibles. Para hacerlo, deberá completar el Anexo A (Formulario 1040) y seguir algunos pasos sencillos.
En primer lugar, en la línea 1 del Anexo A, deberá incluir el total de todos sus gastos médicos elegibles.
Esto incluye gastos como atención preventiva, tratamientos, cirugías, atención dental y de la vista, visitas a psicólogos y psiquiatras, medicamentos recetados, la compra de anteojos, lentes de contacto, dentaduras postizas y audífonos, así como los gastos de viaje relacionados con la atención médica calificada.
Directrices del IRS para la deducción de gastos médicos
Antes de adentrarnos en los detalles de qué gastos médicos son deducibles de impuestos, es importante comprender las pautas establecidas por el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés).
Según el IRS, usted puede deducir sus gastos médicos si superan el 7,5% de su ingreso bruto ajustado (AGI, por sus siglas en inglés).
Esto significa que sólo puede deducir la parte de sus gastos médicos que exceda el 7,5% de su AGI.
¿Qué gastos médicos son deducibles de impuestos?
Ahora que conocemos las pautas básicas del IRS, veamos qué gastos médicos son elegibles para deducciones fiscales. El IRS permite deducir una amplia gama de gastos médicos, incluyendo, pero no limitado a:
- Consultas médicas y dentales.
- Estancias hospitalarias.
- Medicamentos recetados.
- Equipos y suministros médicos.
- Pruebas de laboratorio y radiografías.
- Servicios de salud mental.
- Servicios de cuidado a largo plazo.
- Costos de transporte con fines médicos.
- Primas de seguros.
Es importante tener en cuenta que estas deducciones solo son aplicables si no son reembolsadas por el seguro u otra fuente.
Los gastos médicos pagados con dinero de una cuenta de gastos flexible (FSA, por sus siglas en inglés) o una cuenta de ahorros para la salud (HSA, por sus siglas en inglés) tampoco son elegibles. Además, ciertos procedimientos cosméticos y medicamentos de venta libre no son elegibles para deducciones a menos que sean recetados por un profesional de la salud.
Recuerde que el IRS permite deducir los gastos médicos no reembolsados y que cumplan con los requisitos mencionados anteriormente.
Estos gastos pueden suponer un ahorro significativo en sus impuestos, por lo que es importante tenerlos en cuenta al presentar su declaración.
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