La cuestión de si se pueden llevar cigarrillos electrónicos a Cuba ha suscitado numerosas inquietudes y dudas entre aquellos que planean visitar la isla.
La Aduana General de la República (AGR) ha establecido directrices claras sobre este asunto, subrayando las normativas actuales y las políticas de control implementadas en el país.
A continuación, te ofrecemos un panorama detallado sobre lo que establece la aduana cubana en relación con la importación de estos dispositivos.
Regulaciones sobre los cigarrillos electrónicos en Cuba
De acuerdo con la Resolución 23 de 2020 del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), se regula la importación y exportación de cigarrillos electrónicos y productos similares, siempre que no tenga un carácter comercial.
Este documento, que lleva la firma del Ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, establece límites y restricciones específicas para el ingreso de estos dispositivos a Cuba, incluyendo situaciones en las que el viajero pueda presentar una prescripción médica para su uso con fines terapéuticos.
A pesar de que a nivel internacional se ha reconocido el uso de los cigarrillos electrónicos, Cuba adopta una postura rigurosa en este tema, argumentando que tales dispositivos son perjudiciales para la salud de las personas.
La Aduana cubana sostiene que los cigarrillos electrónicos podrían servir como un aliciente para el consumo de sustancias controladas y drogas, un tema en el que el país mantiene una política de cero tolerancia.
Cuba es enfática en su prohibición de la importación de cualquier objeto asociado con sustancias ilegales o nocivas.
Esto incluye específicamente los cigarrillos electrónicos que pudieran incitar o facilitar el consumo de drogas como la marihuana, la cocaína o el yagué, así como cualquier otro derivado de estas plantas.
Las autoridades cubanas destacan que estos dispositivos aún necesitan ser sometidos a estudios a largo plazo para determinar sus efectos reales sobre la salud de los usuarios.
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