Estados Unidos y Cuba han programado una reunión sobre asuntos migratorios para el 16 de abril en Washington D.C. Funcionarios de ambos países se reunirán para discutir la implementación de los Acuerdos Migratorios bilaterales que datan de 1984, con el objetivo de garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular desde Cuba.
Esta reunión se produce en un momento de tensiones diplomáticas entre los dos países, especialmente después de las recientes protestas en Cuba el 17 de marzo, en las que el gobierno cubano acusó a Estados Unidos de promoverlas.
Además, el aumento en el número de migrantes cubanos que intentan cruzar la frontera desde México ha puesto de relieve la importancia de abordar este tema en las conversaciones.
A pesar de los desafíos, Estados Unidos ha cumplido con una serie de compromisos, como la reapertura gradual de los servicios consulares en La Habana en 2022 y la emisión de más de 70,000 visas de inmigrantes a nacionales cubanos.
Sin embargo, Cuba continúa utilizando el embargo y supuestos financiamientos desde Estados Unidos como excusa para no asumir su responsabilidad ante los problemas económicos y sociales en la isla.
La crisis migratoria sigue siendo un tema central, con casi 21,000 migrantes cubanos llegando a Estados Unidos en febrero de 2024.
A pesar de que esta cifra fue ligeramente inferior a la de enero, demuestra la magnitud del problema.
El Ministerio del Interior en Cuba ha advertido sobre posibles protestas este verano y ha culpado nuevamente a Estados Unidos y a políticos de ese país por incitar al desorden público en medio de la crisis actual.
La reciente condena del exdiplomático Víctor Rocha por espiar para el régimen cubano durante cuatro décadas ha generado tensiones adicionales entre ambos países.
Mientras tanto, Cuba sigue enfrentando una crisis migratoria, atribuida en gran medida a las medidas tomadas por Estados Unidos que afectan la economía de la isla y empujan a los ciudadanos a abandonar el país.
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