La frontera entre Estados Unidos y México es considerada la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo, según un informe publicado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Durante el año pasado, se registraron 686 muertes y desapariciones de migrantes en esta frontera, sin embargo, es probable que la cifra real sea aún mayor debido a la falta de datos precisos.
La agencia mexicana de búsqueda y rescate y las oficinas forenses de los condados fronterizos de Texas no cuentan con información suficiente para realizar un conteo exacto.
El informe también revela que, en el Tapón del Darién, un paso fronterizo entre Panamá y Colombia, se registraron 141 muertes de migrantes el año pasado.
Sin embargo, debido a la naturaleza remota y peligrosa de esta zona, así como la presencia de bandas criminales a lo largo de la ruta, es probable que esta cifra no refleje el número real de vidas perdidas.
Ante esta situación, la Administración Biden estaría considerando implementar medidas para limitar la movilidad de las familias migrantes que ingresan al país sin autorización, obligándolas a permanecer en Texas cerca de la frontera mientras esperan una resolución en sus casos de asilo.
Esta medida tendría como objetivo acelerar los procesos de deportación de aquellas familias que no cumplen con los requisitos de asilo y desalentar a otros migrantes de cruzar la frontera.
Aunque aún no se ha realizado un anuncio oficial, el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien ha sido un crítico de la política migratoria de Biden, ha respaldado esta supuesta medida.
Mientras tanto, la Administración continúa llevando a cabo discusiones operativas y políticas para mejorar las políticas migratorias y garantizar un proceso justo, humano y efectivo que permita la deportación de aquellos migrantes que no tienen una base legal para permanecer en el país.
Las principales causas de muerte en la frontera entre Estados Unidos y México fueron el ahogamiento, con un total de 212 casos, los accidentes en vehículos o muertes relacionadas con el transporte peligroso, con 71 casos, y las condiciones ambientales extremas y la falta de albergue, comida y agua adecuados, con 156 casos.
De acuerdo con el informe, una de las tendencias más preocupantes fue el aumento de las muertes a lo largo de las rutas migratorias en el Caribe.
En el año 2022 se documentaron 350 muertes, en comparación con las 245 registradas en 2021. Esta cifra alarmante refleja la peligrosidad y las dificultades a las que se enfrentan los migrantes en su camino hacia una vida mejor.
Estas estadísticas resaltan la urgente necesidad de tomar medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de aquellos que deciden emprender el peligroso viaje en busca de una vida mejor.
Es fundamental que se implementen políticas y programas que aborden las causas subyacentes de la migración y proporcionen vías seguras y legales para aquellos que buscan mejorar sus condiciones de vida.
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