El comediante venezolano George Harris abordó la xenofobia que experimentó en el festival chileno después de su arribo a Miami este miércoles.
George Harris, el comediante venezolano que recientemente volvió a Miami tras su polémica presencia en el Festival Internacional de Viña del Mar manifestó su arrepiento por haber aceptado la invitación a la celebración.

De acuerdo con Harris, las intimidaciones que sufrió antes de su actuación en Chile dejó una huella negativa en su experiencia, lo que lo llevó a considerar que no debería haber acudido al festival.
"Viví una experiencia muy peculiar, inusual, que ningún artista internacional podría desear", expresó el humorista al arribar al Aeropuerto Internacional de Miami.
"Observé numerosas amenazas de que eso iba a suceder", agregó, refiriéndose al boicot y abucheos que recibió del público en Viña del Mar.
El suceso sucedió al inicio de la rutina de Harris en la 64a edición del festival. Pese a la expectativa que su presencia provocaba, un segmento del público demostró una actitud evidentemente negativa hacia él.
Esta circunstancia generó un debate acerca de la conducta del famoso "monstruo", el temido público del festival de Chile, conocido por su exigencia y reacciones inciertos hacia los artistas.
En su entrevista, Harris resaltó que, a pesar de que la respuesta del público fue desfavorable, no todos los presentes compartían esa posición.
"El 60% de la audiencia esa noche provenía de Venezuela, quienes siempre han brindado su apoyo." "La mayoría de los chilenos no son como ellos", expresó el comediante, subrayando que su crítica no se enfocaba en el público en general de Chile, sino en un grupo concreto que gestionaba el boicot. "La mayoría de los chilenos son extremadamente cordiales y apreciados", agregó.

Harris también utilizó la ocasión para criticar la cobertura de los medios de comunicación en Chile.
“La prensa chilena es tóxica, muy tóxica”, afirmó, lamentando que el trato hacia los artistas internacionales, especialmente los humoristas, sea tan negativo.
Pese a los ataques y la complicada vivencia, Harris garantizó que no se lo considera de manera personal. “Es una pena que eso pase con cualquier artista”, concluyó, dejando claro que no permitirá que esta situación afecte su carrera.
Su mensaje fue claro: la xenofobia y los prejuicios hacia los artistas internacionales no deben tener cabida en eventos de la magnitud de Viña del Mar.
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