Texas ha promulgado una nueva ley que permite a la policía estatal detener a los migrantes que entren ilegalmente a Estados Unidos. El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó esta ley el lunes, la cual otorga a los jueces locales la autoridad para ordenarles a los inmigrantes que abandonen el país.
Esta medida pone a prueba los límites de hasta dónde puede llegar un estado en la aplicación de las leyes migratorias.
Esta nueva ley ha sido calificada por sus detractores como el intento más drástico de un estado por controlar la inmigración desde la polémica ley de Arizona de 2010, conocida como la iniciativa "Muéstrame tus papeles", que fue en gran medida anulada por la Corte Suprema federal.
Cabe destacar que la competencia para aplicar las leyes de inmigración recae en el gobierno federal, por lo que es probable que la ley de Texas sea impugnada rápidamente en los tribunales.
La nueva medida, que entrará en vigor en marzo, permite que cualquier agente policial de Texas detenga a personas sospechosas de haber ingresado ilegalmente al país.
Una vez bajo custodia, estas personas podrían cumplir con la orden de un juez estatal y ser deportadas, o enfrentar cargos menores por ingreso ilícito.
Aquellos migrantes que no abandonen Estados Unidos podrían enfrentar nuevas detenciones por delitos más graves.
Durante la promulgación de la ley, el gobernador Abbott se pronunció optimista, afirmando que el número de personas que cruzan ilegalmente hacia Texas caerá significativamente, incluso por encima del 50% o incluso del 75%.
Sin embargo, no presentó evidencia que respalde estas afirmaciones.
Es importante destacar que esta ley intensifica las tensiones en materia migratoria en medio de las negociaciones entre la Casa Blanca y el Senado para llegar a un acuerdo sobre seguridad fronteriza.
Los legisladores republicanos exigen cambios en el sistema migratorio a cambio de cualquier asistencia a Ucrania, Israel y otras necesidades de seguridad nacional.
Los republicanos de Texas han desafiado cada vez más la autoridad del gobierno federal en materia migratoria, argumentando que el gobierno del presidente Joe Biden no está haciendo lo suficiente para controlar la extensa frontera sur de Estados Unidos, que abarca más de 3.000 kilómetros.
Desde agosto de 2022, Texas ha enviado en autobús a más de 65.000 migrantes a otras ciudades del país y recientemente ha instalado alambre de púas a lo largo del río Bravo (o Grande), lo cual ha causado lesiones a algunos solicitantes de asilo.
Por otro lado, el gobierno federal cerró temporalmente el lunes dos pasos fronterizos ferroviarios en Texas, lo cual obstaculiza el comercio previo a la Navidad.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que esto se realizó en respuesta al aumento de migrantes que viajan en trenes de carga, especialmente durante la última semana. Las autoridades han registrado una cifra "sin precedentes" de cruces fronterizos, con más de 10.000 en ciertos días de este mes.
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