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Huracán Helene deja una estela de destrucción en Florida tras tocar tierra

El huracán Helene ha dejado una huella devastadora en Florida, donde mareas, olas gigantes y la destrucción de viviendas han marcado el paso de este potente fenómeno meteorológico.

Al menos seis personas han perdido la vida como resultado de la tormenta, que ha azotado el sureste de Estados Unidos, dejando a su paso un panorama desolador.


Posteriormente, su intensidad disminuyó a categoría 2 mientras avanzaba hacia el estado de Georgia, donde se espera que se convierta en una tormenta tropical
El Huracán Helene ha dejado una estela de destrucción en Florida tras tocar tierra en la noche del jueves, inicialmente como un ciclón de categoría 4.

Posteriormente, su intensidad disminuyó a categoría 2 mientras avanzaba hacia el estado de Georgia, donde se espera que se convierta en una tormenta tropical.


Este fenómeno meteorológico ha sido objeto de un seguimiento exhaustivo por parte del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).

En la localidad de Steinhatchee, el cazador de tormentas Aaron Rigsby logró capturar imágenes impactantes de marejadas ciclónicas que levantaron y chocaron viviendas móviles, arrastrándolas con una fuerza imponente.

Estas olas masivas son solo una de las muchas consecuencias catastróficas que ha dejado el huracán Helene en su recorrido.

Entre las víctimas, se encuentra un residente del condado de Dixie, quien falleció cuando un árbol cayó sobre su casa. Otras dos personas perdieron la vida en situaciones similares, incluyendo un incidente en Tampa donde un cartel se desplomó sobre un automóvil en la Interestatal 4.


La recuperación de las áreas afectadas será un proceso largo y complicado, y se necesita la colaboración de toda la comunidad para superar esta crisis.
Aunque la tormenta Helene se ha debilitado a una tormenta tropical, continúa su trayectoria hacia el norte, pero sigue representando una amenaza considerable por sus lluvias torrenciales y vientos destructivos, lo que ha llevado a las autoridades a mantenerse en alerta ante cualquier eventualidad.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó las muertes en una conferencia de prensa celebrada el viernes por la mañana, advirtiendo que la tormenta sigue causando estragos en la región.

A la ya alarmante situación se suman las fuertes lluvias, que han provocado inundaciones repentinas en Asheville, Carolina del Norte, y Atlanta, Georgia.

El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido alertas sobre la posibilidad de que las inundaciones en Asheville alcancen niveles históricos, con el río Swannanoa mostrando un aumento rápido en su caudal.

Además de las trágicas pérdidas de vidas, las operaciones de rescate se han intensificado en el condado de Citrus, al norte de Tampa, donde las mareas de tormenta han llevado a más de 100 rescates acuáticos durante la noche.


Varias áreas de las Carolinas y Georgia siguen bajo estado de emergencia debido a las inundaciones repentinas.
Los vientos huracanados, que han alcanzado velocidades de hasta 95 km/h, junto con las intensas lluvias, han causado deslizamientos de tierra significativos en los Apalaches del Sur.

Las autoridades locales están trabajando en estrecha colaboración para responder a las numerosas llamadas de emergencia y rescatar a las personas atrapadas por las inundaciones.

Equipos de rescate, incluyendo el Citrus County Fire Rescue y la Oficina del Sheriff del condado, están dedicando sus esfuerzos para ayudar a los afectados en las áreas impactadas.

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