El huracán Oscar hizo su entrada en Cuba la tarde de este domingo, según lo reportado por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
Esta tormenta tropical, que había ido tomando fuerza, se convirtió en un huracán de categoría 1 justo antes de tocar la costa de la provincia de Guantánamo, en las cercanías de la ciudad de Baracoa, a las 17:50 hora local (21:50 GMT).
Oscar trajo consigo vientos sostenidos de hasta 130 kilómetros por hora y se desplazaba en dirección noroeste a una velocidad de 11 kilómetros por hora. Ante este fenómeno meteorológico, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, utilizó la red social X para informar que se estaban tomando medidas para enfrentar la situación en el oriente del país. "Estamos verificando las acciones para hacer frente al paso del huracán Oscar.
Se han dado indicaciones precisas para asegurar la protección de nuestro pueblo, se está fortaleciendo el apoyo a las provincias y se están preparando brigadas para garantizar la recuperación en el menor tiempo posible", escribió el mandatario.
Cuba cuenta con una sólida trayectoria en el manejo de huracanes, gracias a su eficiente sistema de defensa civil y a una extensa red de refugios que permiten resguardar a la población en situaciones críticas.
Sin embargo, el NHC anunció que Oscar se degradó a tormenta tropical en la noche del domingo, a las 23:00 hora local (03:00 GMT), con vientos que alcanzaban los 110 kilómetros por hora.
La llegada de Oscar coincide con una grave crisis eléctrica que afecta a la isla, dejando a la mayoría de la población sin suministro eléctrico durante los últimos tres días debido a fallas recurrentes en el sistema.
El gobierno cubano ha informado que se espera que la electricidad regrese a la normalidad en su mayor parte durante la noche del lunes, aunque algunos usuarios podrían seguir sin luz hasta el martes.
La principal planta energética de Cuba sufrió un colapso el viernes, privando de electricidad a alrededor de 10 millones de personas, casi todo el país.
Aunque el suministro se restableció parcialmente el sábado, las dificultades volvieron a surgir durante la noche.
En respuesta a estos problemas, Díaz-Canel hizo un llamado a no tolerar "hechos vandálicos" que pudieran agravar la situación de la red eléctrica.
"No vamos a aceptar ni permitir que nadie actúe provocando hechos vandálicos, ni mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo. Esto es una convicción y un principio de nuestra revolución", afirmó en un video publicado en la plataforma X.
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