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Implicados en incidente de La final de la Copa América podrían enfrentar la deportación

La final de la Copa América 2024, celebrada en el Hard Rock Stadium, se convirtió en un escenario de caos cuando miles de fanáticos colombianos y argentinos ingresaron sin boleto al estadio.

Este tumulto ha llevado a las autoridades a identificar a aproximadamente 7.000 de estos intrusos mediante el uso de cámaras biométricas. La situación es aún más grave, ya que muchos de ellos no son ciudadanos estadounidenses y podrían enfrentar la deportación.


Algunos se colaron a través de conductos de aire, mientras que otros saltaron sobre barandillas de seguridad, burlando a los 800 agentes de seguridad presentes en el estadio.
Las imágenes compartidas por los medios de prensa y usuarios en redes sociales mostraron a los aficionados recurriendo a medidas desesperadas para ingresar al encuentro.

El incidente provocó una demora de más de 75 minutos en el inicio del partido entre Colombia y Argentina. Las autoridades de Florida han señalado que la mayoría de los aficionados identificados residen en Estados Unidos y Canadá, lo que podría complicar aún más su situación legal.


Las sanciones para estos hinchas incluyen multas, prisión, revocación de visas y, en los casos más graves, deportación.

En algunos casos particulares, si se comprueba que residentes colombianos en Estados Unidos llevaron a sus familias al evento y participaron en los disturbios, toda la familia podría enfrentar la expulsión del país.

Este aspecto resalta la seriedad de las acciones legales que se están considerando para hacer frente a una situación que ha dañado la imagen de Miami y su capacidad para organizar eventos deportivos de talla mundial.


Para los residentes legales en Estados Unidos, mantener una buena conducta es crucial, ya que cualquier violación de la ley puede resultar en graves consecuencias, incluyendo la pérdida de su estatus migratorio y la deportación.
El impacto de estos disturbios trasciende lo deportivo, subrayando la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y el control en eventos de gran magnitud para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

Durante el caos, las autoridades arrestaron a 27 personas, incluyendo a 11 inmigrantes irregulares.

Entre ellos, Luis Beltrán Martínez y Elkin Mayorga enfrentan cargos por agresión a un oficial de policía y allanamiento de propiedad. Mayorga también está acusado de intoxicación desordenada y resistencia violenta a la autoridad.


El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha solicitado a las autoridades de Miami-Dade mantener retenidos a los indocumentados para un posterior procesamiento debido a su estadía irregular en Estados Unidos.


Esta situación no solo afecta a los individuos involucrados, sino también a sus familias, quienes podrían enfrentar la separación y la incertidumbre de ser obligados a abandonar el país.
Las leyes de inmigración estadounidenses son estrictas y contemplan la revocación de la residencia permanente ante delitos que comprometan la seguridad y el orden público.

Entre los arrestados también se encontraban el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún Franco, y su hijo Ramón Jamil Jesurún. Ambos fueron detenidos tras un altercado violento con guardias de seguridad al finalizar el partido y enfrentan cargos de agresión a un oficial o empleado.

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