Una nueva normativa implementada por el Gobierno del presidente Joe Biden ha hecho más complicado el proceso de solicitar asilo en la frontera con México.
Esta norma instruye a los agentes de migración a prohibir que aquellas personas consideradas un "riesgo para la seguridad pública o nacional" puedan presentar una solicitud de asilo y ser admitidas en el país.
Con esta medida, se pretende acelerar los procesos en la frontera y permitir deportaciones sin la necesidad de una orden judicial de inmigración.
Estos filtros ya se utilizan al estudiar los casos de asilo, pero con esta nueva norma, se permitirá su aplicación durante las entrevistas de "miedo creíble", donde se determina si una persona cumple con los requisitos para solicitar protección al haber cruzado la frontera con México.
La norma ha entrado en fase de comentarios públicos hasta el 12 de junio, antes de entrar en vigor.
La Administración de Biden estima que esta normativa afectará solo a un pequeño porcentaje de inmigrantes, específicamente a aquellos con antecedentes criminales graves o vinculados a actividades criminales.
Las personas a las que se les niega la posibilidad de solicitar asilo son expulsadas a México de manera inmediata o se enfrentan a un proceso formal de deportación, dependiendo de su nacionalidad.
Además, se ha anunciado una nueva directriz para los funcionarios de migración, donde se les pide considerar si un solicitante de asilo podría ser trasladado a otro lugar dentro del país del que está huyendo.
Estas medidas llegan en medio de un año electoral donde la inmigración es un tema central. El expresidente y precandidato republicano a la presidencia, Donald Trump (2017-2021), ha adoptado una retórica antiinmigrante y acusa a Biden de crear una "crisis" en la frontera. Sin embargo, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, señaló que aunque se están tomando acciones, solo el Congreso puede solucionar lo que todos consideran un sistema de inmigración fallido.
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