El futuro de Lyle y Erik Menéndez, los hermanos que fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, podría estar en una encrucijada histórica.
Los hermanos Erik y Lyle Menéndez han encontrado una nueva oportunidad para aspirar a la libertad. George Gascón, el fiscal de Los Ángeles, ha manifestado la posibilidad de recomendar que se les imponga una nueva sentencia.
Sin embargo, es importante señalar que la decisión final sobre su situación recaerá en un juez.
Su abogado, Cliff Gardner, ha afirmado que posee nuevas evidencias que podrían no solo respaldar las afirmaciones de los hermanos, sino también disminuir significativamente su culpabilidad.
Esta nueva información, combinada con la renovada atención mediática generada por la serie de Netflix Monstruo:
La historia de los hermanos Menéndez, ha llevado a una revisión exhaustiva de su caso.
Los eventos trágicos que rodean el caso de los Menéndez se remontan a la madrugada del 20 de agosto de 1989, cuando Lyle, de 21 años, y Erik, de 18, dispararon a sus padres en su hogar en Beverly Hills.
Después de cometer el crimen, los hermanos regresaron a la mansión familiar y se comunicaron con el 911 para reportar lo sucedido.
En esa llamada de emergencia, revelaron involuntariamente su participación en los hechos. Durante los interrogatorios posteriores, confesaron haber asesinado a sus padres, pero defendieron su acción alegando defensa propia, argumentando que habían sido víctimas de años de abuso físico y sexual por parte de su padre.
Las alegaciones de los hermanos han cobrado nueva vida en 2023, cuando Roy Rosselló, un exintegrante de la famosa banda Menudo
Hizo declaraciones públicas indicando que también había sido víctima de agresión sexual por parte de José Menéndez durante la década de 1980. Esto refuerza las afirmaciones de Lyle y Erik sobre el comportamiento abusivo y manipulador de su padre.
Además, se ha encontrado una carta escrita por Erik a su primo en 1988, en la que describe el constante miedo que sentía por las agresiones de su padre, justo meses antes de que se produjeran los asesinatos.
Cliff Gardner sostiene que si estas nuevas pruebas hubieran sido presentadas durante el juicio original, es probable que los hermanos Menéndez hubieran enfrentado cargos de homicidio involuntario en lugar de asesinato premeditado, lo que habría resultado en una sentencia considerablemente más leve.
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