El lunes por la mañana, el gobierno estadounidense confiscó un avión oficial venezolano alegando que fue comprado ilegalmente a través de una empresa fantasma, aunque Nicolás Maduro reaccionó inmediatamente y calificó la medida de "pirata".
El avión fue utilizado a menudo por Nicolás Maduro y su círculo íntimo, pero cuando Estados Unidos se apoderó del avión, enfrentó una feroz oposición de Iván Gil, Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, quien dijo a la comunidad internacional que "una vez más" el gobierno de Estados Unidos trajo otro avión.
El comunicado del Departamento de Estado continúa:
"Estados Unidos confiscó ilegalmente el avión utilizado por el Presidente (Maduro), justificándose con medidas coercitivas que está implementando unilateral e ilegalmente en todo el mundo".
Cuba apoya a Venezuela en su respuesta a EE.UU.
Tan pronto como Venezuela reaccionó ante la detención de su avión, el gobierno cubano la apoyó.
Dijo que la confiscación del avión oficial del presidente venezolano fue "ilegal y fraudulenta" debido a las sanciones impuestas por Washington a Caracas.
“Condenamos el secuestro ilegal y fraude del avión del presidente venezolano”, escribió en su red social el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
La noticia de la incautación de la aeronave fue revelada en un comunicado de prensa del Departamento de Justicia, en el que el Fiscal General Merrick B. Garland declaró:
"Esta mañana (2 de septiembre), el Departamento de Justicia confiscó una aeronave que creemos que fue comprada ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una empresa fantasma y sacado de contrabando de los Estados Unidos para uso de Nicolás Maduro y sus compinches”.
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