La congresista republicana María Elvira Salazar recibió el miércoles a un grupo de cubanos que recibieron el documento I-220 A a su entrada a Estados Unidos y quieren que el mismo sea considerado un parole que les permita ser elegibles para la Ley de Ajuste Cubano.
La demanda principal de todos ellos es que el I-220 A, concebido como un permiso de liberación bajo supervisión, sea considerado equivalente a un "parole"
Lo que les permitiría acogerse a la Ley de Ajuste Cubano y solicitar residencia en Estados Unidos, alegando que abandonaron la isla debido a la dictadura existente y que fueron víctimas de un mal proceder por parte de las autoridades migratorias en los puertos de entrada.
En declaraciones a la prensa antes del encuentro, la congresista dijo que la administración del presidente Biden puede resolver el limbo migratorio en el que están estos cubanos con la I-220 A.
“El Ejecutivo puede perfectamente hacer una orden ejecutiva. Puede el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) mandar una regulación, puede dar una orden. A través de una orden ejecutiva, el señor Alejandro Mayorkas, secretario de Homeland Security, puede darle al cubano que tiene en este mismo momento la I-220 A, le pueden dar parole, eso es lo único que hace falta”, declaró.
La legisladora cubanoamericana opinó que no hay coherencia en la política de inmigración de la administración Biden.
“Lo interesante de todo esto es que hay muchos cubanos que entran y les dan el parole. Entonces, ¿por qué a uno le dan el parole en la frontera y a otro le dan la I-220 A, que luce igual, habla igual y tiene el mismo problema?
No hay una coherencia por parte de la administración del presidente Biden cuando se trata de inmigración, que es el gran problema que tenemos, falta de coherencia en las leyes migratorias”, dijo la congresista.
La republicana reiteró su llamado al presidente Biden a arreglar el problema de la migración en el país, recordando que ella presentó la Ley Dignidad, que “ayuda a cerrar la frontera, poner orden en la frontera, poner la tecnología necesaria para detener este flujo inmediatamente, mirar hacia atrás y darle dignidad a la gente que lleva 20 años sin papeles”.
El grupo, integrado por unos ocho cubanos, que conversó brevemente con Salazar
fue parte de decenas de migrantes de la isla que el miércoles por la mañana se manifestaron frente a la Casa Blanca para pedirle a la administración Biden que el I-220 A sea considerado un parole.
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