En el año fiscal 2023, más de 3 millones de migrantes llegaron a las fronteras de Estados Unidos, marcando un número récord nunca antes registrado. Entre ellos, se encontraban 200,287 cubanos. Estos datos fueron proporcionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La mayoría de los cubanos, específicamente 142,352, fueron interceptados en la frontera Sur. Esta cifra es menor que la registrada en 2022, cuando 220,908 cubanos intentaron ingresar a Estados Unidos por esa vía. Además, el número total de cubanos que llegaron en 2023 (224,607) también superó a los del año anterior.
Hasta finales de septiembre de 2023, más de 240,000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos llegaron legalmente a Estados Unidos y se les concedió la entrada al país bajo los procesos de parole humanitario.
Específicamente, 52,053 cubanos, 96,445 haitianos, 44,298 nicaragüenses y 73,092 venezolanos fueron examinados y autorizados para viajar.
De ellos, 50,185 cubanos, 85,258 haitianos, 38,070 nicaragüenses y 66,893 venezolanos recibieron la libertad condicional al llegar.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza declaró en un comunicado que continúa trabajando para mejorar la seguridad de las fronteras y obstaculizar el ingreso de personas, drogas y mercancías peligrosas al país, en medio del aumento de los flujos migratorios.
En respuesta al alto número de encuentros en la frontera suroeste en septiembre, la CBP aumentó sus recursos y personal.
Además, se están llevando a cabo colaboraciones con socios nacionales y extranjeros para abordar la histórica migración hemisférica, incluyendo los grandes grupos de migrantes que viajan en trenes de carga, y para hacer cumplir las consecuencias, incluyendo la preparación para repatriaciones directas a Venezuela.
La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reanudó las deportaciones de venezolanos que ingresaron de manera irregular a Estados Unidos. En el primer vuelo, realizado el 18 de octubre, se removieron a 130 ciudadanos de Venezuela.
La CBP está procesando a todos los no ciudadanos bajo las autoridades de inmigración del Título 8 y tomando medidas de deportación acelerada o de deportación de la Sección 240 para aquellos que cruzan la frontera ilegalmente.
Aquellos que cruzan entre los puertos de entrada o se presentan en un puerto de entrada sin cita también son sujetos a la regla de elusión de vías legales, lo que implica la inelegibilidad para el asilo para aquellos que no utilizan vías legales, con ciertas excepciones.
En coordinación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), el DHS ha expulsado o devuelto a más de 300,000 personas a sus países de origen desde mayo de este año. Esta cifra supera a la de cualquier año fiscal completo anterior.
Según la agencia federal, en las dos primeras semanas de octubre, los encuentros en la frontera suroeste han disminuido aproximadamente un 20% según cifras preliminares.
La CBP advierte a cualquier persona que esté pensando en ingresar ilegalmente a Estados Unidos por la frontera suroeste que no lo haga, ya que pone en peligro su vida.
En este contexto, se está llevando a cabo una cumbre migratoria convocada por México, donde mandatarios y cancilleres de 10 países latinoamericanos se reúnen para definir un plan global que permita hacer frente a la crisis generada por el creciente flujo de migrantes en la región.
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