Con este reciente anuncio, una gran cantidad de migrantes cubanos perderán la oportunidad de obtener la residencia permanente, que les permitiría regularizar su estatus en el país.
La suspensión de los trámites migratorios ha dejado a miles de familias cubanas en un estado de incertidumbre y angustia, temerosas de ser deportadas en cualquier momento.

Esta pausa afecta especialmente a aquellos que intentan legalizar su situación en Estados Unidos.
La nueva política del gobierno ha bloqueado el proceso de residencia permanente para migrantes que se encuentran bajo estatus humanitario, incluyendo a refugiados, asilados y beneficiarios del parole, entre los cuales se cuentan miles de cubanos.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha ordenado una pausa temporal en el ajuste de estatus para estos casos, justificando la medida por la necesidad de implementar controles adicionales de seguridad, identidad y prevención de fraudes.

Esta decisión se basa en dos órdenes ejecutivas firmadas recientemente por Trump, que tienen como objetivo reforzar el control migratorio y revisar las políticas más flexibles que fueron adoptadas durante la administración de Joe Biden.
Se estima que alrededor de 111,000 de estos beneficiarios son cubanos, siendo los más afectados aquellos 26,000 que llegaron después de marzo de 2024, quienes no cumplen con el requisito de un año y un día necesario para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.
El gobierno ha establecido un plazo de 30 días, que finaliza el 24 de abril, para que estas personas abandonen el país por su propia voluntad.
De no hacerlo, podrían enfrentar un proceso de deportación acelerado. Para facilitar la salida voluntaria, se ha desarrollado una aplicación digital, lo que muchos interpretan como una medida de presión.

Por otra parte, aquellos cubanos que ingresaron a Estados Unidos con un formulario I-220A tras cruzar la frontera con México también se encuentran en una situación complicada.
Los tribunales han determinado que este documento no les permite aplicar a la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Muchos han intentado explorar otras vías, como el asilo, pero no todos logran calificar. Según datos recientes, cerca de 550,000 cubanos podrían estar en riesgo de deportación debido a la falta de un camino claro para regularizar su estatus.