Según el informe del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE), se estima que al menos 442,624 cubanos tienen órdenes de expulsión para ser deportados a la Isla.
Esta cifra coloca a Cuba en el sexto lugar entre los países con más nacionales en esta situación en los Estados Unidos, detrás de Honduras, Guatemala, México, El Salvador y Venezuela.
Además, se ha dado importancia a los acuerdos suscritos con algunos países para recibir vuelos de retorno de no ciudadanos con órdenes definitivas de expulsión, y se han ampliado los acuerdos existentes con múltiples países.
Para hacer frente al aumento de los encuentros en la frontera suroeste y a los niveles relativamente estáticos de personal de la ERO, el DHS ha implementado o ampliado una serie de iniciativas destinadas a aumentar las comparecencias ante los tribunales y garantizar una gestión eficaz de los casos, según indican en su informe.
El ICE está dedicado a asegurar la frontera suroeste de Estados Unidos y a combatir las organizaciones criminales transnacionales.
Además, lleva a cabo una amplia gama de misiones, que incluyen la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas, la investigación de delitos y la aplicación de las leyes de inmigración en todo el país.
La agencia explicó que la mayoría de los extranjeros en sus registros son monitoreados fuera de centros de detención a través de diversas medidas.
Esto incluye a los migrantes liberados de la custodia del ICE con órdenes de expulsión definitivas, así como a aquellos con órdenes pendientes de deportación, incluidos los niños no acompañados que han superado la edad permitida por el Departamento de Salud de Estados Unidos.
El ICE ha establecido nuevos acuerdos de deportación con países como Venezuela y ha ampliado o reactivado acuerdos existentes con países como Cuba para hacer frente al aumento en el número de extranjeros con órdenes de expulsión.
Si no se producen cambios en sus casos, estos individuos son finalmente deportados a sus países de origen.
En enero de 2024, se llevó a cabo la última deportación de migrantes cubanos hacia la Isla por vía aérea. Las devoluciones por mar realizadas por la Guardia Costera de Estados Unidos no parten desde territorio estadounidense, ya que se trata de balseros cubanos interceptados en el estrecho de Florida.
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