México y su capacidad para recibir migrantes deportados por EE.UU.
- Yasel Lopez
- 6 ene
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México ha abierto la posibilidad de aceptar inmigrantes no mexicanos deportados por Estados Unidos, inicialmente diciendo que esto presionaría al presidente electo Donald Trump para que envíe nacionales no mexicanos directamente a su país.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo durante una conferencia de prensa diaria que en caso de que Estados Unidos no devuelva a los migrantes a sus países de origen, “podemos trabajar juntos a través de una variedad de mecanismos”.

Las fronteras están listas para abrirse para recibir oleadas de migrantes; Temen que aumente el número de secuestros
Estados del norte se preparan para orden de deportación anunciada por Trump días antes de asumir como presidente de Estados Unidos; Incluso construyeron techos para los estadios.
Las comunidades a lo largo de la frontera norte se están preparando para las deportaciones masivas con las que los republicanos han amenazado.
Las actividades clave incluyen el establecimiento de refugios, así como estrategias para proporcionar empleo a los recién llegados. Las autoridades fronterizas, así como organizaciones civiles y eclesiásticas, han comenzado a tomar medidas para absorber la ola de migrantes -no sólo de México sino también de otros países- que se espera a la llegada de Trump.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, uno de los principales cruces fronterizos para migrantes, funcionarios de la ciudad dijeron que podrían usar estadios de béisbol para recibir a los deportados.
Mientras tanto, en Nuevo León, los hogares que atienden a migrantes también se preparan para encontrar trabajo para los deportados.
En Tamaulipas, líderes de ONG expresaron preocupación por el colapso de los albergues así como por el aumento de los secuestros de migrantes por parte del crimen organizado.
Los países esperan que miles de personas regresen; Temen colapso por deportaciones masivas
Esta apariencia preocupa a las autoridades de todos los niveles. El jueves pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que tiene planes para proteger a sus compatriotas que regresan a casa si las amenazas de Trump se hacen realidad.
Sin embargo, no proporcionó detalles sobre esta estrategia.
Por ello, los gobiernos de los estados fronterizos, así como organizaciones civiles e iglesias, han iniciado actividades de construcción de albergues, teniendo en cuenta la ola de gente esperada a partir del 20 de enero, no sólo mexicanos sino también de otros países.

No dio detalles, pero México podría limitarlo a ciudadanos de determinadas nacionalidades o buscar una compensación de Estados Unidos para transportar a deportados desde México a su país de origen.
Trump prometió comenzar deportaciones masivas. Los críticos señalan que aumentar significativamente el ya elevado número de deportaciones plantearía un desafío logístico.
Las deportaciones tendrán un impacto inmediato en las ciudades fronterizas del norte de México, que luchan contra altos niveles de crimen organizado y donde los inmigrantes no mexicanos pueden convertirse fácilmente en blancos fáciles de secuestro y extorsión.
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