La administración de Biden ha establecido nuevas reglas para la deportación en Estados Unidos. Estas reglas han sido avaladas por la Corte Suprema después de una disputa legal con dos estados conservadores, Texas y Luisiana.
Aunque la administración aún no ha emitido un comunicado al respecto, se espera que estas reglas se implementen pronto.
Según las normas, los agentes de inmigración (ICE) tienen la última palabra, pero se les indica que deben dar prioridad de deportación a aquellos migrantes que representen una amenaza para la seguridad pública debido a la comisión de delitos graves.
Además, se considera el tiempo que una persona ha estado en el país.
Si alguien es detenido inmediatamente después de cruzar la frontera y no puede demostrar vínculos con Estados Unidos, incluso si no tiene antecedentes penales, puede tener prioridad para la deportación.
Sin embargo, existe un desafío importante debido a la gran cantidad de indocumentados en el país, que se estima entre 11 y 20 millones.
Algunos informes afirman que bajo la administración de Biden, cerca de 6 millones de personas han cruzado ilegalmente la frontera. Deportar a todos ellos no es una posibilidad realista. Durante la administración de Obama, se estableció un récord histórico de deportaciones, pero aún así fueron menos de 3 millones de personas expulsadas del país en ocho años.
Por lo tanto, tener criterios claros ayuda a establecer un orden en la situación.
Los agentes de ICE saben en qué enfocarse y pueden seguir tres criterios principales.
El primero es deportar a aquellos que representen una amenaza para la seguridad nacional, como personas involucradas en terrorismo o espionaje. Incluso si estos crímenes fueron cometidos en otro país, la persona puede ser deportada.
El segundo criterio se refiere a aquellos con antecedentes penales por delitos violentos, lo que los coloca directamente en línea para la deportación.
El tercer criterio se aplica a los recién llegados que aún no han establecido vínculos en el país.
Las nuevas reglas de deportación de la administración Biden priorizan a aquellos que representan una amenaza para la seguridad nacional y a aquellos que acaban de cruzar la frontera ilegalmente. La implementación de estas reglas ayudará a los agentes de ICE a enfocarse en los casos más relevantes y establecer un orden en la situación migratoria del país.
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