El jueves pasado se llevó a cabo el octavo vuelo de deportación de migrantes cubanos desde Estados Unidos, en el Aeropuerto Internacional de Miami. El periodista de Univision, Mario Vallejo, transmitió en vivo desde la instalación aeroportuaria, donde se vivieron momentos de tensión.
Hasta el momento, no se ha proporcionado la cifra exacta de cubanos deportados en este vuelo operado por Global X.
Sin embargo, entre los deportados se encuentra Yoan Enríquez, un cubano que es padre de una bebé de tres meses.
Fue detenido el 13 de noviembre en Tampa durante una cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). A pesar de los esfuerzos de su esposa por detener la deportación apelando a razones humanitarias, el joven fue retornado hoy a Cuba.
Desde temprano en la mañana, los migrantes cubanos llegaron en autobuses al aeropuerto, todos vestidos de blanco, y fueron esposados antes de subir al avión.
Este episodio se enmarca en el acuerdo entre Cuba y Estados Unidos, alcanzado en noviembre de 2022, que permitió la reanudación de los vuelos de deportación para migrantes considerados "inadmisibles" por Washington.
Este acuerdo, que inicialmente se acordó en 2017 pero quedó suspendido debido a la pandemia de coronavirus y al enfriamiento de las relaciones bilaterales durante la administración de Donald Trump, se suma al acuerdo vigente que permite la devolución de todos los cubanos que lleguen a Estados Unidos por vía marítima.
No es la primera vez que se ejecuta un vuelo de deportación de esta magnitud.
El primer vuelo, organizado por el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), retornó a 123 migrantes el 24 de abril, seguido de otros vuelos en mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre, con cifras variables de deportados en cada ocasión.
Los deportados son cubanos que habían perdido sus entrevistas de "miedo creíble" al entrar al país y habían recibido un documento I-220B (orden de deportación), aunque se mantenían en libertad bajo supervisión.
Estas operaciones de deportación se enmarcan en las medidas de emergencia aplicadas por la administración de Joe Biden para controlar el flujo descontrolado de inmigrantes cubanos por la frontera sur de Estados Unidos y las costas de Florida.
Cuba está experimentando una oleada migratoria sin precedentes, y se estima que alrededor del 4 por ciento de la población cubana abandonó el país en 2022. Se espera que las cifras de este año se mantengan similares a las acumuladas hasta la fecha.
La situación continúa siendo motivo de preocupación tanto para los cubanos que buscan un futuro mejor en Estados Unidos como para las autoridades de ambos países, que buscan gestionar este desafío migratorio de manera humanitaria y efectiva.
Este episodio de deportaciones plantea muchas preguntas sobre el destino de los migrantes deportados, sus condiciones en Cuba y el impacto de estas medidas en la relación entre ambos países.
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