La célebre cantante cubana Omara Portuondo, ícono de la música latina, se convirtió en el centro de atención tras un desafortunado incidente durante su presentación en el festival Cruïlla Tardor, que tuvo lugar en el prestigioso Palau de la Música de Barcelona.
A sus 93 años, la artista, conocida por su inigualable voz y su legado musical, se desorientó al inicio del concierto, lo que llevó a que fuera retirada del escenario en brazos por dos miembros de su orquesta.
Según reportes del medio 'El País', la legendaria intérprete solo logró entonar una breve parte de su famosa canción "Lágrimas negras" antes de quedar en silencio, dejando sorprendidos a los numerosos asistentes que esperaban con ansias disfrutar de su actuación.
Este evento estaba destinado a ser un homenaje al icónico Buena Vista Social Club, un colectivo musical con el que Portuondo ha estado estrechamente asociada a lo largo de su carrera.
Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando la cantante, visiblemente desorientada, fue retirada del escenario.
La orquesta Failde, que acompañaba a Portuondo esa noche, había interpretado varias canciones antes de que ella se uniera a ellos, sentándose en una silla debido a su avanzada edad.
La banda había estado preparándose para ofrecer un espectáculo memorable, pero solo pudieron escuchar a la artista cantar la línea "contigo me voy mi santa, aunque me cueste morir" antes de que su voz se apagara.
La reacción del público fue inmediata; muchos comenzaron a gritar acusaciones de "explotadores" y pedían que se le permitiera descansar.
Ethiel Failde, director de la orquesta, defendió la decisión de subir a Portuondo al escenario, argumentando que fue ella quien expresó su deseo de cantar y que siempre ha manifestado su anhelo de morir en el escenario, lo que, en su opinión, refleja su amor por la música y su conexión con el público.
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