El DHS se ha asegurado de que todas las personas con Parole humanitario se sometan a un proceso integral de evaluación y selección antes de llegar a los Estados Unidos.
El programa del Parole humanitario de la administración de Joe Biden se reanudará poco después de su pausa.
Aunque no se dio una fecha exacta, se sabe que algunos casos que fueron rechazados durante la licencia temporal fueron aprobados sin cumplir ninguno de los requisitos.
Algunos de los cuatro solicitantes de nacionalidad en el programa han recibido autorización de viaje de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Por ejemplo, el 22 de agosto, a una pareja venezolana se le permitió nuevamente salir, pocas semanas después de haber sido rechazada.
La situación fue confirmada por la propia pareja, quienes actualmente se encuentran en Venezuela.
Este caso no es único; Informes adicionales indican que otros ciudadanos cubanos y nicaragüenses experimentaron cambios similares en el estado de sus permisos de viaje.
Abogados y expertos en inmigración dicen que se trata de un fenómeno inusual.
Por lo general, si se deniega el Parole, la probabilidad de que se vuelva a aprobar es muy baja.
Sin embargo, la reautorización de estos casos sugiere que el gobierno de Estados Unidos puede reabrir el programa después de abordar los fraudes y violaciones identificados.
Se estima que más de 2,6 millones de solicitudes aún están pendientes debido a que la emisión de permisos de vuelo y la presentación del formulario I-134A están en pausa.
También hubo una carta sobre el tema del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), en la que la agencia anunció planes de contratar más personal para procesar las solicitudes de libertad condicional.
Lo anterior sustenta la hipótesis de que el regreso del programa de libertad condicional es inminente.
Si bien la reautorización de casos es una buena noticia para muchos, la falta de claridad sobre el futuro del programa del Parole humanitario sigue siendo motivo de preocupación para muchos que ya están frustrados por la incertidumbre que definitivamente seguirá sucediendo.
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