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Restricciones más severas en cuanto a importación de bienes a Cuba

Solo queda una semana para que las personas tengan la oportunidad de viajar a Cuba con la posibilidad de llevar consigo todos los alimentos, medicamentos y productos de higiene que deseen.

Si el gobierno no decide prorrogar esta medida, el próximo 30 de septiembre marcará el final de la libre importación de estos productos en la isla.


Si deciden viajar a Cuba con las cantidades permitidas hasta ahora, podrían encontrarse con que la Aduana retiene gran parte de sus equipajes una vez que expire la iniciativa.
Actualmente, hay numerosos viajeros en la expectativa, aguardando noticias sobre el tema.

A partir de octubre de 2024, los viajeros a Cuba podrían enfrentarse a restricciones aún más severas en cuanto a la importación de bienes.

La fecha límite del 30 de septiembre se acerca rápidamente, y la exención que permite la entrada sin restricciones de alimentos, artículos de cuidado personal y medicamentos podría estar a punto de finalizar.

Esta política fue implementada en 2021, como respuesta a las protestas del 11 de julio, y ha sido prorrogada en varias ocasiones.

Sin embargo, su futuro sigue siendo incierto y genera preocupación entre los cubanos y sus familias en el extranjero.

El futuro se presenta incierto tras el 30 de septiembre. Aunque el gobierno cubano aún no ha emitido un anuncio oficial, muchos temen que esa fecha marque el fin de la libre importación de alimentos y medicamentos.

Si la exención no es renovada, tanto los viajeros como los cubanos residentes en la isla podrían enfrentarse a nuevas restricciones que afectarán aún más la ya frágil economía familiar.


Por lo tanto, cualquier cambio en esta política podría tener consecuencias devastadoras para la población.
Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), un alarmante 89% de la población vive en condiciones de pobreza extrema.

Durante los últimos años, la posibilidad de importar alimentos y medicamentos sin pagar impuestos ha sido un salvavidas para millones de familias cubanas.

Con el desabastecimiento crónico que enfrenta la isla, muchas personas recurren a familiares y amigos en el extranjero para obtener productos básicos que no se encuentran disponibles en el mercado local.


La eliminación de esta exención representaría un duro golpe para una población que ya está enfrentando una crisis alimentaria y sanitaria cada vez más grave.

Si esta medida no se extiende, la situación económica, ya de por sí delicada, podría empeorar aún más. La incapacidad de traer productos esenciales sin costos adicionales haría que las familias cubanas perdieran una de las pocas vías de apoyo externo que tienen a su disposición.


Aunque, en esa ocasión, la medida fue prorrogada, se insinuó que su final podría estar más cerca de lo que se esperaba.

Esta incertidumbre ha incrementado la preocupación entre aquellos que dependen de estas importaciones para sobrevivir.

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