Un submarino de la Armada de Estados Unidos ha llegado a la Bahía de Guantánamo en Cuba en medio de la presencia de una flota de buques de guerra rusos en la región realizando ejercicios militares planificados en el Caribe.
El USS Helena, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, llegó a aguas cercanas a la base estadounidense el jueves, justo después de que una fragata rusa, un submarino de propulsión nuclear, un petrolero y un remolcador de rescate cruzaran la Bahía de La Habana tras completar ejercicios en el Océano Atlántico.
Según el Comando Sur de Estados Unidos, esta parada forma parte de una visita de rutina mientras el submarino viaja por la región.
Otros barcos estadounidenses han estado monitoreando los ejercicios rusos, que no se consideran una amenaza para Estados Unidos, según funcionarios del Pentágono.
Sin embargo, estos ejercicios se llevan a cabo poco después de que el presidente Joe Biden autorizara a Ucrania a utilizar armas proporcionadas por Estados Unidos para proteger Járkiv
La segunda ciudad más grande del país, lo que provocó una respuesta del presidente ruso Vladímir Putin sugiriendo posibles medidas en otras partes del mundo.
La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, mencionó que se espera ver más actividad rusa en ejercicios globales alrededor de Estados Unidos en el futuro.
Se prevé que los buques rusos permanezcan en la región durante el verano e incluso hagan escala en Venezuela, otro aliado tradicional de Rusia.
Es importante destacar que Rusia ha mantenido una presencia militar en el Caribe, realizando incursiones periódicas con sus buques de guerra y aviones.
La situación actual refleja la tensión geopolítica entre las potencias mundiales y su impacto en la región.
El USS Helena, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, llegó a aguas cercanas a la base estadounidense en Cuba como parte de una visita de rutina mientras viaja por la región del Comando Sur, según informó el Comando en sus redes sociales.
Además, otros barcos de Estados Unidos han estado monitoreando los ejercicios rusos, los cuales, según funcionarios del Pentágono, no representan una amenaza para el país norteamericano.
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