La congresista María Elvira Salazar ha manifestado su compromiso de seguir abogando por un parole que beneficie a los cubanos del formulario I-220A, un documento que representa una orden de supervisión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Este estatus no se considera un parole, lo que impide a decenas de miles de cubanos en Estados Unidos aplicar a la Ley de Ajuste Cubano, que fue establecida en 1966 con el fin de otorgar residencia permanente (Green Card) a los cubanos que llegan al país en busca de libertad y asilo.
A pesar de los esfuerzos realizados por esta comunidad para atraer la atención de la administración de Joe Biden, así como la presión ejercida por grupos de apoyo que piden soluciones legales, los cubanos con I-220A continúan atrapados en un limbo legal.
Sin embargo, la posible llegada de Donald Trump a la presidencia en enero plantea incertidumbres adicionales.
El exmandatario ha dejado claro su objetivo de implementar un ambicioso plan de deportación, considerado el más extenso en la historia del país.
El abogado de inmigración José Guerrero fue consultado sobre la posibilidad de que Trump otorgue un parole in place a estos cubanos, lo que facilitaría su camino hacia la residencia permanente
Sin embargo, Salazar ha reiterado su compromiso de seguir abogando por un parole para los portadores del I-220A, resaltando que este tema podría resolverse en los tribunales o en los niveles más altos del gobierno.
Además, cuenta con el apoyo de líderes republicanos influyentes, quienes podrían desempeñar un papel crucial en este proceso.
En un movimiento que ha generado preocupación, Donald Trump ha designado a Thomas Homan, exdirector interino del ICE, como responsable de la política de control fronterizo en su nueva administración.
La noticia fue anunciada por Trump a través de su red social Truth el 10 de octubre. Homan, conocido por su postura firme contra la inmigración ilegal, fue uno de los arquitectos de la controvertida política de separación de familias durante el primer mandato de Trump.
Con su regreso a la escena política, Homan tiene la misión de implementar una estrategia más agresiva para detener la inmigración ilegal, que incluye lo que él denomina “deportación selectiva”.
Según Homan, esta política no se traducirá en una “limpieza masiva de barrios”, sino en una serie de arrestos dirigidos a individuos específicos, fundamentados en investigaciones detalladas.
Acerca de la posibilidad de llevar a cabo deportaciones masivas de indocumentados, Homan aclaró que, aunque no está a favor de medidas extremas, sí aboga por un control más riguroso.
Su objetivo es que la deportación de millones de inmigrantes ilegales sea una de las prioridades de la nueva administración, enfocándose en aquellos que representen una amenaza para la seguridad pública.
Comentarios